Haz cualquier cosa con las manos, con la tierra, con los árboles, con las rocas, con los cuerpos, las personas.
Haz cualquier cosa que no necesite pensarse mucho, intelectualizarse mucho. Disfruta de ello. Entonces tu cabeza se ira aliviando poco a poco.
Será beneficioso para la cabeza también porque cuando la cabeza está demasiado cargada, piensa; pero no puede hacerlo ¿Cómo va a pesar una mente preocupada? Para pensar necesitas claridad.
Para pensar necesitas una mente que esté tensa. Parecerá una paradoja pero para pensar hace falta una mente sin pensamiento. Entonces podrás pensar muy fácilmente. Muy directamente, intensamente.
Pon cualquier problema delante de ti y tu mente no pensante empezará a resolverlo. Entonces aparece la intuición. No es preocupación; solo perspicacia. Cuando la mente está demasiado cargada de pensamientos, piensas mucho para sin propósito. Se queda en nada; no hay nada en la cabeza. Vas dando vueltas y vueltas; haces mucho ruido, pero al final el resultado es cero.
Cuando la cabeza está equilibrada, en su justo lugar, funciona mejor...de lo contrario está atascada.
“OSHO”